¿Qué es el tratado para proteger la altamar?
El objetivo principal es la conservación "inmediata y a largo plazo" y la explotación sostenible de la biodiversidad marina en las zonas situadas fuera de las jurisdicciones nacionales: casi la mitad del planeta.

Océanos

El tratado de protección de la altamar de la ONU, que entrará en vigor en enero de 2026 tras alcanzar el umbral de ratificaciones necesario, proporcionará un marco legal para la conservación y la gestión sostenible de la biodiversidad marina en las vastas zonas oceánicas que no pertenecen a ningún país.

Adoptado por los estados miembros de la ONU en junio de 2023, este tratado cuenta con la aprobación de 143 países, de los cuales 60 ya lo han ratificado, así como la Unión Europea. Esto permitirá su entrada en vigor en 120 días.

Objetivos del Tratado

El objetivo principal es la conservación "inmediata y a largo plazo" y la explotación sostenible de la biodiversidad marina en zonas situadas fuera de las jurisdicciones nacionales. Estas áreas representan casi la mitad del planeta.

Las normas del tratado se aplicarán sobre aguas internacionales, es decir, aquellas que se encuentran más allá de las zonas económicas exclusivas (ZEE), que se extienden aproximadamente a 200 millas náuticas (370 km) de la costa. También se gestionarán los fondos marinos y el subsuelo de las aguas internacionales, lo que se conoce como la "Zona".

Zonas Marinas Protegidas

Una de las principales herramientas del tratado son las zonas marinas protegidas, que actualmente existen principalmente en aguas territoriales. La futura Conferencia de las Partes (COP) podrá crear santuarios en áreas únicas que sean especialmente frágiles o importantes para especies amenazadas, con base en la ciencia.

Recursos Genéticos Marinos

El tratado también establece el principio del "reparto justo y equitativo de los beneficios" asociados a los recursos genéticos marinos, para asegurar que los países en desarrollo no se vean despojados de su parte.

Estudios de Impacto

Antes de autorizar cualquier actividad en aguas internacionales, el país responsable deberá realizar un estudio de impacto ambiental y publicar evaluaciones periódicas si el impacto se considera "más que menor y transitorio". El tratado asegura que cada estado es responsable de las actividades de sus barcos, incluso en alta mar.

Con la implementación de este tratado, se espera un avance significativo en la protección de la biodiversidad marina y una gestión más sostenible de los recursos oceánicos a nivel global.

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