La Comisión Federal de Comercio del Gobierno de Estados Unidos (FTC) ha interpuesto una demanda contra Ticketmaster y su empresa matriz, Live Nation, debido a la supuesta participación en tácticas ilegales de reventa de entradas. La FTC alega que ambas compañías se coordinan de manera tácita con intermediarios, lo que les permite obtener entradas por millones de dólares en el mercado primario y luego venderlas ilegalmente con un margen considerable en el mercado secundario.
En su comunicado, la FTC afirmó que "Ticketmaster utilizó tácticas de precios engañosas y ganó cientos de millones vendiendo entradas adquiridas ilegalmente por intermediarios, lo que les costó a los consumidores miles de millones de dólares en precios inflados y tarifas adicionales".
La demanda se ha presentado ante un tribunal federal de California y en otros siete estados, incluyendo Florida, Illinois y Virginia. El presidente de EE.UU., Donald Trump, subrayó en su Orden Ejecutiva de marzo que el gobierno federal debe proteger a los estadounidenses de las estafas al comprar entradas para eventos en vivo, resaltando la importancia de combatir los precios abusivos y el uso de programas informáticos conocidos como bots para la compra automatizada de entradas.
Ticketmaster, que controla aproximadamente el 80% de la venta de entradas en grandes salas de conciertos, ha visto a los consumidores gastar más de 82,600 millones de dólares en su plataforma entre 2019 y 2024. Sin embargo, la empresa de reventa de entradas ha defendido su modelo de negocio, argumentando que este contrasta con el de los intermediarios que suelen exceder los límites de venta.
La FTC también modificó una demanda presentada anteriormente contra Live Nation para solicitar una compensación a los consumidores en relación con el supuesto monopolio ilegal de la compañía.
Esta situación pone de relieve las preocupaciones sobre la transparencia y la equidad en la venta de entradas para eventos en vivo, un tema que afecta a millones de fanáticos en todo Estados Unidos.