Pekín.- El Gobierno chino aseguró que se opone a la injerencia externa en los asuntos internos de Venezuela bajo cualquier pretexto. Esta declaración se produce en un contexto en el que Estados Unidos mantiene un despliegue militar en el Caribe, justificando sus acciones bajo el argumento de la lucha contra las drogas.
Durante una rueda de prensa, el portavoz de la Cancillería china, Guo Jiakun, condenó lo que describió como la amenaza del uso de la fuerza en las relaciones internacionales y el menoscabo de la paz y estabilidad en América Latina y el Caribe. Guo destacó que las medidas coercitivas unilaterales de Estados Unidos contra buques extranjeros en las llamadas aguas internacionales "exceden los límites razonables y necesarios", y subrayó que estas acciones violan el derecho internacional y vulneran los derechos humanos fundamentales.
Adicionalmente, mencionó que estas medidas representan una amenaza potencial para la libertad y seguridad de la navegación, y podrían afectar la libertad de alta mar de la que gozan todos los países de acuerdo a la ley. Guo expresó que China apoya el fortalecimiento de la cooperación internacional para combatir la delincuencia transnacional e instó a Estados Unidos a mantener una cooperación policial y judicial normal a través de marcos jurídicos bilaterales y multilaterales. Desde mediados de agosto, Washington ha desplegado al menos ocho buques en el Caribe.
Por todo esto, la postura de China evidencia su claro rechazo a la intervención extranjera en asuntos que consideran primordiales para la soberanía de las naciones.
