El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue recibido con honores en el Castillo de Windsor, pero su visita generó una fuerte oposición en las calles de Londres. Miles de manifestantes se congregaron para expresar su descontento, portando pancartas con mensajes como "No al racismo, no a Trump" mientras marchaban hacia el Parlamento.
La protesta fue organizada por la coalición Stop Trump U.K., que también hizo uso de versiones del famoso globo de Trump bebé, una caricatura que ha simbolizado el descontento hacia el líder estadounidense en eventos anteriores. En esta ocasión, la multitud se mostró menos numerosa que durante su primera visita en 2019, aunque las voces del rechazo se hicieron sentir con fuerza.
A pesar de la presencia masiva de manifestantes, el evento oficial continuó en el Castillo de Windsor, donde Trump y su esposa Melania fueron recibidos por el rey Carlos III. Durante la ceremonia, las bandas militares tocaron los himnos nacionales de ambos países, mientras los manifestantes externaban su descontento con gritos como "Donald Trump no es bienvenido aquí".
La situación se tornó más tensa cuando la policía detuvo a cuatro personas en relación con un incidente previo a la visita, donde se proyectaron imágenes de Trump con Jeffrey Epstein en el Castillo, levantando preocupaciones sobre la relación de Trump con el financiero acusado de abusos.
La escala de las manifestaciones y la diversidad de grupos que se unieron al rechazo hacen eco de un descontento que persiste en el Reino Unido hacia la figura de Trump, destacando la polarización que su liderazgo sigue provocando tanto en Estados Unidos como en el extranjero.