El fin de la vacunación obligatoria en Florida, propuesto por el Gobierno estatal en medio de un debate nacional sobre la efectividad de las vacunas, podría aumentar el riesgo de un resurgimiento del sarampión en este estado y en el resto de Estados Unidos. Expertos han revelado que esta medida podría resultar en miles de muertes en el país, según informes recientes.
Científicos, autores de dos estudios que advierten sobre las consecuencias de reducir las tasas de vacunación, aportaron evidencia que contradice las afirmaciones del cirujano general de Florida, Joseph Ladapo, quien argumentó que no eran necesarias más exigencias en el momento de anunciar planes para eliminar los requerimientos de vacunación.
Ladapo llegó a comparar la vacunación obligatoria con la esclavitud y posteriormente afirmó en una entrevista que su equipo no había evaluado los efectos de esta política que comenzaría a implementarse. Expertos, como Nathan Lo, profesor asistente en la Escuela de Medicina de Stanford, insisten en que, incluso si la cobertura de vacunación se mantiene igual, el sarampión podría resurgir. De acuerdo a Lo, pequeñas disminuciones en la vacunación, generadas por la eliminación de su obligatoriedad, podrían acelerar este fenómeno.
La tasa de vacunación en Estados Unidos ha experimentado un descenso, alcanzando 92.5% en el último ciclo escolar, bajo el umbral del 95% necesario para proteger a la población de brotes. Florida, bajo el mandato del republicano Ron DeSantis, tiene actualmente una tasa de vacunación de 88.5%, un descenso significativo desde el 94.1% registrado en 2016.
La situación es aún más alarmante si se considera que, en caso de un descenso en la vacunación, podría haber 11.1 millones de casos de sarampión en los próximos 25 años, con un aumento en las tasas de mortalidad. Un análisis adicional de la Universidad de Florida ha señalado que las deficiencias en la vacunación han contribuido a brotes recientes de sarampión en Estados Unidos, a pesar de que la enfermedad fue declarada erradicada en el año 2000.
Con la posibilidad de convertirse en el primer estado en eliminar la vacunación obligatoria, Florida podría no solo exponerse a un grave riesgo a nivel regional, sino también a nivel nacional. Esto se debe principalmente al gran volumen de turismo que recibe anualmente, un factor que podría incrementar la probabilidad de importar casos de sarampión de otros países.
La decisión de Florida coincide con un momento en que la eficacia de algunas vacunas es puesta en duda por miembros del Gobierno del presidente Donald Trump, lo que ha alimentado la controversia en torno a la vacunación en el país.
Es claro que el aumento en la desconfianza hacia las vacunas y la eliminación de políticas de vacunación obligatorias podría tener consecuencias devastadoras para la salud pública. Especialistas advierten que la decisión de un individuo de vacunarse afecta no solo a su bienestar, sino también al de toda la comunidad.