El ejército israelí lanzó este martes una gran ofensiva terrestre en Ciudad de Gaza, después de que el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, de visita en la región, respaldara su objetivo de erradicar a Hamás.
Una comisión de investigación de la ONU acusó a Israel de cometer un "genocidio" en el territorio palestino y responsabilizó al primer ministro Benjamin Netanyahu y a otros dirigentes israelíes.
La ofensiva israelí fue ampliamente condenada y el jefe de derechos humanos de la ONU exigió el fin de la "carnicería".
Desde hace un mes, Israel ha intensificado sus ataques sobre la principal urbe del enclave, que presenta como uno de los últimos bastiones del movimiento islamista palestino Hamás.
La ofensiva principal en Ciudad de Gaza comenzó la pasada noche y se estima que hay entre 2.000 y 3.000 "terroristas" de Hamás en la localidad.
Testigos informaron de "un bombardeo intenso e implacable sobre Ciudad de Gaza", gran parte de la cual ya está en ruinas tras casi dos años de guerra desde el letal ataque del grupo islamista Hamás en octubre de 2023.
Las cifras de víctimas continúan aumentando, siendo reportados al menos 36 muertos en el enclave, la mayoría en Ciudad de Gaza. Las restricciones para los medios de comunicación en Gaza impiden verificar de forma independiente los detalles proporcionados por ambas partes.
La Comisión Internacional Independiente de Investigación (COI) de la ONU acusó a Israel de cometer un "genocidio" en Gaza con el fin de "destruir" a los palestinos. El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos mencionó que "se acumulan las pruebas" de genocidio en Gaza.
Marco Rubio prometió el "apoyo inquebrantable" de Estados Unidos a Israel en su objetivo de eliminar a Hamás en Gaza, pero la comunidad internacional clama por un alto el fuego ante la escalada de violencia que ha dejado un saldo devastador en la población civil.
La situación en Gaza sigue siendo crítica y su futuro permanece incierto.