La crisis en Haití se ha agravado tras el asesinato de Jovenel Moise, el 7 de julio de 2021. Este martes, Amnistía Internacional (AI) exigió acciones inmediatas que garanticen protección efectiva y justicia para las víctimas de las masacres en el país, en respuesta a la trágica muerte de 42 personas en Laboderie, un área situada a unos 40 kilómetros al norte de Puerto Príncipe. Este sangriento ataque ocurrió el 11 de septiembre y fue perpetrado por la coalición armada Viv Ansanm.
César Marín, director de Campañas para las Américas de AI, manifestó que esta masacre es un doloroso recordatorio de la ineficaz protección estatal en Haití. La comunidad internacional y las autoridades nacionales no pueden permanecer indiferentes mientras la población enfrenta crímenes atroces, declaró en un comunicado.
La organización también hizo un llamado a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU para que actúen con urgencia frente a la crisis en Haití, implementando medidas que aseguren el respeto a los derechos humanos y las necesidades humanitarias de los haitianos. Amnistía Internacional subrayó que la población tiene derecho a vivir con dignidad y seguridad, sin el constante temor a ataques armados de pandillas.
El gobierno haitiano anunció una serie de medidas para enfrentar la ola de violencia de bandas, incluyendo la convocatoria urgente del Alto Mando de la Policía Nacional de Haití (PNH) y el despliegue de unidades especializadas para proteger a la población.
Entre abril y junio de este año, al menos 1,520 personas murieron y 609 resultaron heridas en Haití debido a la violencia de pandillas y a las operaciones de las fuerzas de seguridad, según el último informe de la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (BINUH). La falta de respuesta efectiva a esta crisis solo perpetúa el ciclo de impunidad y expone a más comunidades a la violencia.
