El presidente estadounidense Donald Trump anunció recortes en ayudas internacionales, reafirmando su enfoque conservador en su primer borrador del presupuesto. Este incluye un notable aumento del 13% en el presupuesto de defensa y un impresionante 65% en el de seguridad interior, destinatarios de su percepción sobre la crisis migratoria.
Entre los recortes destacados están el 22% en el gasto público no militar, lo que representa aproximadamente 163,000 millones de dólares. Trump ha dejado en claro que su administración prioriza proyectos relacionados con la defensa y la seguridad fronteriza, en detrimento de aquellos considerados "woke" o que fomentan la diversidad.
La propuesta presupuestaria, aún no finalizada, tendrá que pasar por un complejo proceso de aprobación parlamentaria. Se espera que estas medidas resalten el enfrentamiento del presidente con la ideología que él considera envenenadora para la sociedad estadounidense, incluyendo iniciativas que apoyan la diversidad y la inclusión.
El foco en la seguridad y la defensa parece continuar marcando el camino de la administración Trump, generando opiniones divididas en el ámbito político y social. Con el liderazgo del senador Marco Rubio apoyando la propuesta, se podría esperarse un debate intenso en el Congreso sobre el futuro del presupuesto y sus implicaciones en la política de Estados Unidos.