En un contexto de presión debido a las declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump, que amenazan con recuperar el Canal de Panamá, la Autoridad del Canal (ACP) ha anunciado que se encuentra evaluando la viabilidad de construir y operar un gasoducto de aproximadamente 80 km a través del istmo. Este proyecto busca diversificar sus operaciones y responder a un mercado que se espera se duplique en los próximos diez años.
Ricaurte Vásquez, administrador del Canal de Panamá, destacó que el "movimiento de gas licuado de petróleo" es un componente crítico para su negocio, dada la creciente demanda anticipada en el mercado. Aunque la ACP reconoce que no puede duplicar el tránsito de buques gaseros en el mismo periodo, el gasoducto se perfila como una alternativa rentable y necesaria.
El ducto facilitaría el transporte de gas licuado desde el Caribe hacia Asia, utilizando las infraestructuras existentes para descargar en la costa del Pacífico. A pesar de que Panamá ya cuenta con una tubería que mueve petróleo entre las costas, esta no está bajo el control de la ACP.
Vásquez subrayó los enormes volúmenes de gas que Japón necesitaría, pero se indicó que la ACP debe evaluar cuidadosamente sus movimientos estratégicos para no violar las leyes que rigen su operación. La reciente presión de Trump, quien ha llegado a insinuar la posibilidad de usar la fuerza para recuperar el control del canal, ha añadido una capa de complejidad a la situación.
En un giro reciente, la empresa Hutchison de Hong Kong, que opera dos puertos importantes vinculados al canal, anunció su intención de vender su participación a un consorcio estadounidense, lo que podría cambiar la dinámica de influencia en la zona.
La ACP, sin embargo, continúa con sus planes de inversión, proyectando un gasto de 8,500 millones de dólares en la próxima década, que no incluye las posibles inversiones para la construcción del gasoducto. Las autoridades panameñas están convencidas de que la visión a largo plazo del canal no debe verse afectada por presiones momentáneas.
La construcción de un nuevo embalse en el río Indio también está en la agenda, con el objetivo de asegurar el suministro hídrico del canal, un tema que se volvió crítico ante los desafíos climáticos recientes que afectaron sus operaciones.
Con estos movimientos, el Canal de Panamá busca no solo preservar su relevancia en el comercio global sino también adaptarse a un panorama en constante cambio, impulsados por factores tanto económicos como políticos.