Pekín, EFE – A partir de hoy, China implementará aranceles sobre productos agropecuarios provenientes de Estados Unidos como respuesta a los aranceles recientemente impuestos por el gobierno estadounidense. Este conflicto comercial ha subido de tono, afectando negativamente las relaciones bilaterales y el comercio global.
Según información oficial, China aplicará un 15% de arancel a las importaciones de pollo, trigo y maíz, y un 10% a productos como soja, carne de cerdo, carne de vacuno, productos acuáticos, frutas y lácteos. También se impondrá un 15% a productos como el algodón, mientras que verduras y sorgo recibirán un arancel del 10%.
Esta medida es una respuesta directa a la decisión de Donald Trump de duplicar los aranceles a las importaciones chinas, que ahora alcanzan el 20%. Pekín sostiene que esta acción incrementará los costos para empresas y consumidores en Estados Unidos, socavando la cooperación económica entre ambas naciones.
El Ministro de Comercio chino, Wang Wentao, reconoció que esta situación presenta "graves desafíos", pero aclaró que las amenazas y coerción no tendrán éxito con China. En una reciente declaración, el canciller Wang Yi reafirmó la posición de China frente al "hegemonismo" de Estados Unidos y cuestionó la efectividad de las políticas comerciales de EE.UU., planteando interrogantes sobre el déficit comercial y la calidad de vida en el país norteamericano.
Las tensiones también se han intensificado debido a las acusaciones de Trump sobre el fentanilo, con el presidente estadounidense argumentando que China no hace lo suficiente para controlar su entrada a América. Sin embargo, China ha contestado que su política antidrogas es de las más estrictas del mundo.
Este nuevo capítulo en la guerra comercial entre ambos países tiene el potencial de exacerbar aún más las tensiones, lo que podría tener implicaciones significativas para el mercado global. Las autoridades chinas han advertido que están preparadas para "luchar hasta el final" si Estados Unidos continúa por este camino.
La situación seguirá siendo monitoreada de cerca, dado que el desarrollo de estos eventos podría afectar tanto a los mercados internacionales como a los consumidores en ambos lados del océano.
