El grupo de voluntarios incluye personas que no perdieron a su cónyuge, como Keely Hudson, de 36 años, quien perdió a su padre cuando tenía 13 años.

Charlotte, EE.UU. – Jillian Myers conoce la devastación de perder a un marido y sentirse sola, especialmente en una fecha como el Día de San Valentín. Su esposo, Jason Myers, un meteorólogo en Carolina del Norte, falleció en un accidente de helicóptero en 2022, dejando a su esposa e hijos en un profundo duelo.

Como viuda, Jillian ha sentido el vacío que deja la celebración del amor. "A menudo te sientes ignorada. No sientes apreciada. No sientes la calidez y el amor que tu ser querido expresaría", comentó.

Sin embargo, un movimiento en Charlotte busca cambiar esa realidad. Se trata del Proyecto de Ayuda a las Viudas del Día de San Valentín, que comenzó en 2021 por la florista Ashley Manning. El proyecto realiza entregas de regalos a viudas y viudos para recordarles que no están solos. Este año, se prevé que el proyecto llegue a 1,500 personas en la zona de Charlotte, y también se están realizando esfuerzos similares en otras ciudades como Houston y Nashville.

Los regalos incluyen desde vinos y dulces hasta flores y joyas, una manera de brindar un momento de alegría y compañía a quienes han perdido a sus seres queridos.

"Cuando alguien te ve y te expresa tanta compasión, es una sensación muy reconfortante", dijo Myers. Ella, junto a otros voluntarios del proyecto, se ha dedicado a conectar con personas que, como ella, están atravesando el duelo.

El impulso de Manning para iniciar este esfuerzo surgió tras escuchar la historia de la maestra de preescolar de su hijo, quien había perdido a su marido por cáncer. La idea se materializó un año después y ha crecido de manera exponencial. Desde entonces, muchas viudas, incluidas Jillian y Keely Hudson, se han sumado a este acto de bondad.

Hudson, quien perdió a su padre a los 13 años, comparte su motivación: “Sé lo especial que es que la gente esté ahí cuando necesitas a alguien”. Este proyecto no solo mejora el espíritu de quienes reciben los regalos, sino que también proporciona un sentido de comunidad y empatía entre los voluntarios.

"Es conmovedor poder conectarse con otras mujeres que están pasando por lo mismo", expresó Myers, destacando la importancia de compartir experiencias y apoyar a quienes están "en el camino de convertirse en viudas".

Este San Valentín, más que una celebración del amor romántico, se transforma en una oportunidad para mostrar solidaridad y compasión, recordando que en cada regalo hay un lazo que une a las personas en sus momentos más difíciles.

">

Charlotte, EE.UU. – Jillian Myers conoce la devastación de perder a un marido y sentirse sola, especialmente en una fecha como el Día de San Valentín. Su esposo, Jason Myers, un meteorólogo en Carolina del Norte, falleció en un accidente de helicóptero en 2022, dejando a su esposa e hijos en un profundo duelo.

Como viuda, Jillian ha sentido el vacío que deja la celebración del amor. "A menudo te sientes ignorada. No sientes apreciada. No sientes la calidez y el amor que tu ser querido expresaría", comentó.

Sin embargo, un movimiento en Charlotte busca cambiar esa realidad. Se trata del Proyecto de Ayuda a las Viudas del Día de San Valentín, que comenzó en 2021 por la florista Ashley Manning. El proyecto realiza entregas de regalos a viudas y viudos para recordarles que no están solos. Este año, se prevé que el proyecto llegue a 1,500 personas en la zona de Charlotte, y también se están realizando esfuerzos similares en otras ciudades como Houston y Nashville.

Los regalos incluyen desde vinos y dulces hasta flores y joyas, una manera de brindar un momento de alegría y compañía a quienes han perdido a sus seres queridos.

"Cuando alguien te ve y te expresa tanta compasión, es una sensación muy reconfortante", dijo Myers. Ella, junto a otros voluntarios del proyecto, se ha dedicado a conectar con personas que, como ella, están atravesando el duelo.

El impulso de Manning para iniciar este esfuerzo surgió tras escuchar la historia de la maestra de preescolar de su hijo, quien había perdido a su marido por cáncer. La idea se materializó un año después y ha crecido de manera exponencial. Desde entonces, muchas viudas, incluidas Jillian y Keely Hudson, se han sumado a este acto de bondad.

Hudson, quien perdió a su padre a los 13 años, comparte su motivación: “Sé lo especial que es que la gente esté ahí cuando necesitas a alguien”. Este proyecto no solo mejora el espíritu de quienes reciben los regalos, sino que también proporciona un sentido de comunidad y empatía entre los voluntarios.

"Es conmovedor poder conectarse con otras mujeres que están pasando por lo mismo", expresó Myers, destacando la importancia de compartir experiencias y apoyar a quienes están "en el camino de convertirse en viudas".

Este San Valentín, más que una celebración del amor romántico, se transforma en una oportunidad para mostrar solidaridad y compasión, recordando que en cada regalo hay un lazo que une a las personas en sus momentos más difíciles.

El grupo de voluntarios incluye personas que no perdieron a su cónyuge, como Keely Hudson, de 36 años, quien perdió a su padre cuando tenía 13 años.